martes, 7 de julio de 2009

Crecen los rumores para la expulsión de Italia del G8


Las preparaciones para la cumbre del G8 en la ciudad italiana de L'Aquila han sido tan caóticas que está creciendo al presión por parte de otros estados miembros para expulsar a Italia del grupo, según dirigentes occidentales.

Las últimas semanas antes de la cumbre, y ante la ausencia de iniciativas de importancia en la agenda, EEUU ha tomado el control. Washington ha organizado una "sherpa call", conferencia entre los dirigentes para encontrar un propósito al encuentro.

"Para otro país organizar una sherpa call no tiene precedentes, es una opción nuclear. Los italianos han sido horrorosos, no ha habido ninguna planificación. El G8 es un club, y sus miembros tienen deberes. Italia no los está cumpliendo".

Las quejas extraoficiales han ido hasta los rumores de que Italia pudiera ser expulsada del G8 o de cualquier otro grupo que le suceda. Una posibilidad que está en el aire es que España, con una mayor renta per cápita y con mayor porcentaje del PIB destinado a ayuda, tomase el lugar de Italia.

El Ministro de Asuntos Exteriores italiano no contestó ayer a una pregunta sobre las críticas.

"Las preparaciones italianas para la cumbre han sido caóticas de principio a fin", dice Richard Gowan, un analista del Centro Internacional de Cooperacion.

"Italia decía en Enero que ellos no tenían una visión de la cumbre, y si la administración Obama tenía alguna idea ellos tomarían nota de los americanos".

EEUU guió la iniciativa en seguridad alimenticia unos días antes de la cumbre, la mayor parte de la cual se encuentra todavía negociándose. Gordon Brown ha dicho que el Reino Unido contribuiría en mil millones de libras al plan, diseñado para ayudar a granjeros de países en vías de desarrollo.

Sin embargo, oficiales que han visto el resto de la versión dicen que ha habido muy pocas novedades. Los críticos dicen que el gobierno de Berlusconi se ha maquillado para la falta de fundamento incrementando el número de invitados en la lista. Se estima que los cabezas de Estado que irán a L'Aquila se encuentra entre 39 y 44.

"Es una chapuza enorme", dice Gowan, "los italianos no tienen ideas y han decidido que lo mejor que se puede hacer es alargar la agenda para ocultar el hecho de que en realidad no hay agenda".

Silvio Berlusconi ha recibido duras críticas por repartir únicamente el 3% de ayudas para el desarrollo que prometió hace cuatro años, y por planear cortes de más del 50% en las ayudas al exterior.

Mientras tanto, las noticias durante el periodo previo a la cumbre han estado dominadas por las fiestas de Berlusconi con chicas jóvenes y la sabiduría de organizar una cumbre es una región afectada por terremotos tres meses después de uno devastador como gesto solidario con la población local.

Las críticas a Italia llegan en un momento en el que el futuro del G8 como foro para solucionar los problemas del mundo se ha puesto mucho en duda. A principios de año, el G20, que incluía economías emergentes, fue visto como un posible sustituto, pero la cumbre del G20 de Londres en Abril convenció a los dirigentes estadounidenses de que era un grupo demasiado amplio.

El mejor sustituto para el G8 sería algo parecido a una reunión de entre 13 y 16 países, incluyendo potencias crecientes como China, India, Brasil, México o Sudáfrica, que actualmente se reúnen como "Outreach 5". Pero cualquier transición sería dolorosa al empujarse los países para conseguir un asiento. La marcha de Italia se ve como una posibilidad pero la entrada de España no se desea, tanto EEUU como las economías emergentes ven que el grupo se centra demasiado en Europa y preferirían consolidar una representación de la Unión Europa. Esto tampoco es de ningún agrado, ningún Estado europeo quiere abandonar su asiento en la mesa.

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